final y comienzo de curso

Esta entrada podría ser la que cierre la trilogía que empezó hace un año, justo antes del máster, cuando ya estaba harto del mismo y ahora, de vuelta de unas estupendas vacaciones y deseando empezar a recoger los frutos del anterior curso.

¡Se acabó el máster! Bueno, a falta del TFM, del que me desmatriculé en algún momento de primavera para evitar ya un parraque definitivo... pretendo ir haciéndolo durante este curso con la calma.

Ha sido un curso muy intenso en todos los sentidos, del cual el máster fue su cruz (será porque cumplí 33 el día de antes). Se me han movido muchas cosas, me ha cambiado la forma de entender el tiempo; quiero pensar que he madurado y aprendido mucho de todo lo acontecido...

Y después todo este curso, prácticamente sin tiempo para nada y haciendo cosas que por lo general me interesaban un pimiento, por fin pudimos disfrutar de unas merecidas vacaciones ¿Veis el Acrópolis al fondo de la foto? Allí estuvimos una semanita y otra en Almería, subimos el pico más alto de Gredos ¡y casi no lo contamos! Un mes entero solo para disfrutar... ¿acaso eso no es lo mejor que tiene Nebraska? Una lástima lo de las saturaciones de agosto, pero tampoco se puede tener todo.

Y ahora ya una semana de vuelta en la oficina, pero saliendo a las 5, no a las 8 como el curso pasado ¡me siento como si tuviera solo media jornada! Y los findes para mí, para nosotr@s. Los nuevos estudiantes ya llegaron (como veis en la otra foto), ya me los llevé al Madrid de los Austrias y a partir del 20 empezaré a contarles cómo es la sociedad española actualmente.

¡Por fin me sentiré sociólogo en Nebraska!