la palabra escrita es lo único que queda de verdad cuando todo lo demás se ha ido

la palabra escrita es lo único que queda de verdad cuando todo lo demás se ha ido

martes, 13 de septiembre de 2022

sí, queremos querernos

Los que me conocéis bien, y los que me leéis también, sabíais las ganas que tenía de la boda de mi primo Enrique con Raquel. Os confesaba en algunos audios de wasap estos días que sería como la guinda a unas vacaciones de agosto increíbles; la coronación de una cuesta hacía arriba, que hace unos meses, la verdad es que veía desde muy abajo...

Y lloré, lloré muchísimo, de a poquitos: pero constante, de hecho aun sigo, lubricando a base de lágrimas tanto amor acontecido este último fin de semana.

Lloré todo lo no llorado, y lo llorado, del curso pasado; por haber llegado hasta Torremocha de la mano de Sonia y darme cuenta [una vez más] de que no la querré soltar jamás.

Lloré por la valentía y el romanticismo de Enrique&Raquel; dándose el "sí, quiero" hasta el infinito, delante de 150 personas venidas de todo el mundo. ¡Y por Javi! que, aun no llevando él la camisa de supermán, fue el auténtico superhéroe de la ceremonia...

Lloré por tanta familia junta después de tanto tiempo... tantos reencuentros, encuentros y presentaciones. ¡En mayo tendremos otra boda! menos mal que antes llegará navidad... y quien sabe si el Teide ^^

Y lloré por todo lo que no me permití llorar hace más tiempo; por todo lo que callé y asumí, hasta que un día dije basta. El conjuro cántabro estuvo bien, pero tenía otras camisas internas a las que también debía de cambiar la historia...

"Lucas ¿Qué has hecho en tu vida sin Sonia?" me preguntó el marido de mi prima... Aprender es la respuesta.

2 comentarios:

  1. Aprender, claro, y te cedo mi mantra de "maravillarme".
    ¿Puede ser mejor?

    ResponderEliminar
  2. Llorar está bien si es por estas cosas.

    ResponderEliminar