la palabra escrita es lo único que queda de verdad cuando todo lo demás se ha ido

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sábado, 23 de diciembre de 2017

2017: dos transiciones y una centrifugadora

Este año comenzó con su primera cuesta abajo, o transición, ya iniciada; habiendo salido de un máster el verano previo [donde lo había dado todo], llevando unos meses ya buscando curro... viendo que era el único de mis compañeras que no encontraba nada [bueno], porque claro, yo no era de Derecho, sino el rarito de la Sociología...

Con esa frustración me metí a un experto en Mediación por 2 meses, del cual salí aun peor... aunque aquí no me sentí timado, simplemente erré en mi decisión.

Al mes de acabar esa movida apareció otro posible máster en mi vida ¡antes muerto que otro/ese máster! pero tras hablar con una gente, apliqué, al fin y al cabo, aplicaba para un millón de cosas cada día, no tenían porque cogerme, y si lo hacían: era gratis.

Pero me cogieron... y la transición cogió un ritmo aun más vertiginoso y mis debates internos se agudizaron; ese máster era mi opción B, y me quedaban poco más de 2 meses para encontrar una opción A, e intentar así cambiar lo que no había cambiado en los casi 10 meses previos.

4 semanas antes de entrar en el que sería mi 2º máster, y 3er postgrado ¡soy el hombre más listo del mundo! ya me empecé a mentalizar de la movida [más allá de memorizar un guión para un vídeo de solicitud] y 10 días antes de empezar ya me rendí y dejé de buscar curro...

Y la verdad es que de momento no me va tan mal en dicho máster... he descubierto el mundo de la Innovación Social! donde muchas pequeñas empresas están haciendo cosas interesantes y cambiando el mundo. Para más inri, el ambiente de clase también es estupendo 😄

De momento he aparcado mis frustraciones laborales hasta febrero, cuando acabe el máster, y espero no tener que desaparcarlas nunca más.

En algún otro momento del año, también empezó la otra transición; más silenciosa y menos mediatizada, pero que no por ello me quitó [ni me quita] menos horas de sueño... y una mañana de noviembre decidí dejar de esperar a que la cosa mejorase: porque ya no lo iba a hacer.

Por eso lo de las 2 transiciones y una centrifugadora; he aparcado mis grandes frustraciones laborales, acabé una relación de casi 2 años y, desde ese mismo día, mi vida ociosa no volvió a ser la misma ¿Madrid y mucho más? parece ser que en mis años pares en Madrid siempre me tengo que reinventar...

Y la centrifugadora es el máster; que me tiene muy entretenido 40, o más, horas a la semana; currando mucho e híper motivado, de todo este sacrificio tendré que recoger frutos en primavera, porque verdaderamente he quemado las naves, y si ésto ya no me sale bien, me encontraré sin dinero, ni trabajo ni consuelo posible...

Felices fiestas y feliz entrada de año,
Nos vemos en el 2018.
O no 😜