la palabra escrita es lo único que queda de verdad cuando todo lo demás se ha ido

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jueves, 7 de junio de 2018

de aquellas 6; estas 10 semanas

Continuación de de 6 semanas a esta parte... publicada a finales de marzo.

Volví de semana santa y el mismo lunes se me acabó la vigilancia de exámenes [es lo que tiene ser falso autónomo, cobro más, pero todo puede ser muy volátil]; justo después encendí el wifi y Perú pensaba en mí...

Con Perú siempre en un posible horizonte, empecé a hacer un montón de tours, a verme y comunicarme con gente bien intencionada y/o interesante, alguna que otra vigilancia más, algún rodaje [destacando éste] y empezaron a aparecer las entrevistas para puestos concretos (incluido Perú)... ya hemos superado el número de entrevistas del anterior máster!

Incluso me devolvieron el dichoso libro y hablé con gente que hacía muchísimo que no hablaba, aunque ésto ya fue el 1er día de mayo. Sin duda, podemos afirmar que abril fue [inesperadamente] un buen mes.

Durante mayo apenas tuve tours, solo un rodaje [el del enlace previo], ninguna vigilancia, siguió sin concretarse ninguno de los bien intencionados, fallé en las entrevistas y Perú, que siempre estaba en paralelo a todo lo que pasaba por aquí y parecía que tarde o temprano se confirmaría, decidió dejarme en un standby indefinido :/

Fue como si todo el subidón de abril se fuera desinflando poco a poco durante mayo, hasta quedarse en nada; y volví a pensar en el plan C, pero sinceramente, no me veo capaz de abandonar Madrid (sí, el plan C era ese a grandes rasgos), aunque tampoco quiero cumplir 30 en esta situación, mucho es asumir que voy a pasar el verano igual... porque además ¡que se me había olvidado deciros! los 2 curros que más pelas me dieron el verano pasado, ya me han dicho que este año nanai.

El caso es que amanecí un jueves tras haber puesto en orden mi vida la noche anterior [mencanta hacer esas cosas, casi tanto como escribir mencanta] y ¡apareció la India! resulta que en pleno bajón peruano había aplicado allá y ni me acordaba (suelo hacer ésto como mecanismo de auto-defensa) y querían entrevistarme... para incorporarme a finales de junio!

Me empecé a ilusionar, a desvelar y a documentarme un montón ¡podía ser mi salvación! como aquélla que escribí en enero del 2014 desde Londres [último párrafo], manda huevos qué largo se me está haciendo esto de salvarme... hice la entrevista genial, pero no, al final han cogido a alguien de confianza, con quien tenían cuentas pendientes...

Así que retomaré el plan trazado en aquel desvelo; mañana me colegiaré (sé que llevo mucho tiempo diciéndolo) a ver si invirtiendo 170€ mi suerte cambia [porque siempre me consideré mucho más sociólogo que innovador], el domingo llega Laura y el próximo finde quizás me vaya a Valencia a desconectar... a partir de julio miraré más enserio voluntariados fuera (lo de India fue un desliz); estoy agotado de hacer miles de equilibrios mes a mes para que me salgan las cuentas, haciendo trabajos que no me aportan nada laboralmente: necesito coger experiencia.

Podríamos decir, para concluir y siguiendo con la metáfora de la última entrada del año pasado, que, aunque ya haya salido de la centrifugadora del máster, aun no me he estabilizado y sigo dando patinazos. Se intuye que cada vez estoy más cerca de conseguirlo, pero es que ese argumento se puede estirar hasta el infinito... es imposible alejarse! así que probablemente la 3ª entrega de la trilogía de las semanas precarias la escriba como empleado cualificado y/o lejos de Madrid...