Hace casi 6 años que me fui de allí. Y aún lo recuerdo perfectamente... aquella herida en la rodilla, la decepción de Liverpool y lo entretenido que era su aeropuerto con las letras de las canciones de sus celebridades.
Para los que ya me conocéis desde hace tiempo, sabréis que he vivido 2 veces en ese país (aunque sería más justo decir en ese Estado); 9 meses en Escocia como erasmus (2011/12) y 7 meses en Londres como precario (2013/14).
Supongo que en mi 2ª etapa allí fui más convencido que en la 1ª; aunque en ninguna de las 2 puse, ni de lejos, tanto corazón como en Granada o Madrid, ni me sentí tan encantado de haberme conocido como en Estambul.
Siempre fueron etapas de maduración muy intensas, lejísimos de mi zona de confort; en las cuales aprendí/mejoré una herramienta que he seguido monetizando hasta hoy mismo: el inglés.
De aquellos 16 meses (9+7) apenas conservo raíces/cicatrices: mi amistad con Salva, mi gorra del monstruo de las galletas, un bonito/largo/triste poema de un amor platónico/frustrado, mi kilt, mi primer viaje como mochilero... solo he nombrado una cosa de Londres ¡vaya ruina!
Ahora vuelvo a coger el avión hacia la hora canaria, pero solo por un fin de semana largo, y no puedo evitar pensar en qué poco que me queda de aquellos tiempos... espero que la próxima vez que vaya (o mejor dicho: la próxima de la próxima) sea para conocer Gales ¡el único país que me falta de las islas! y con Sonia 💕