Entradas
Comentarios
Me tatué un Indalo, el símbolo de Almería, lugar donde viví mis primeros 18 años y donde viven mis padres. Lo hice para que, cuando la raspa me haga volar [porque vivir es urgente] que el indalo me haga volver a tierra: entre raíces y antenas, como el disco de Macaco 😆
De hecho, si a la raspa le das la vuelta, puede ser una antena🤔
Si algún día me veis muuuy perdido, por favor, llevadme a la provincia de los indalos...
Qué raro se me hizo volver a Atocha 6 años más tarde, pero, qué fácil se me hizo inmediatamente; aunque mantengo mi descubrimiento de que me encanta vivir solo y que no me gusta sentirme solo en piso compartido...
Fueron unas semanas estupendas: el enésimo viaje al pasado de estos últimos meses. Además de que, como se puede ver en la foto, no solo conviví con Isa, sino que Diego no paró de ir y volver, y Laura nos vino a visitar unos días; todo muy revival y muy bonito...
Y, 10 semanas más tarde (si es que las 4 de agosto contasen), me volví a ir de Atocha, como habíamos pactado. Dejando un nuevo cierre y un nuevo recuerdo de aquel piso que tanto me ha marcado.
¡He vuelto a la Prospe! Como se hubo pactado hace 6 meses ¿Recordáis que hace unos meses escribí #SeVienenCositas? Pues me refería a esto😉 Ahora vivo en un apartamento estupendo, entre muebles de 2ª mano y de IKEA. Desempolvé por fin mis cajas de Cartagena... y se me acabó la vida nómada; la cuál, aunque a veces me ha molestado y mareado, agradezco muchísimo haber tenido el entorno y los medios para poder hacerla posible.
Y ¿por qué la Prospe? Con la manía que tuve a este barrio durante años... Pues, entre otras cosas, por otro de mis descubrimientos de este año, separado y con casi 37 palos; a veces es muy difícil hacer planes y este barrio tiene una Escuela que me llena y me puede llenar aún más...
.jpg)
¿El verano de mi vida como diría Rodrigo Cuevas? Mínimo un buen 2*1 me he pegado, he llegado a otoño con las pilas cargadísimas, y eso [con el curro que tengo] es vital😁
Aunque en verdad fue más bien un 3*1... Y la parte que iba a ser la más larga, resultó ser la más corta... ¿Recordáis mi entrada anterior? Porque es clave para entender todo lo que os voy a contar aquí debajo.
Finalmente no viajé solo a Marruecos, sino con un muy buen amigo, lo que hizo que el viaje fuera bastante diferente a todo lo que había escrito [y a lo que sentía]; practiqué sandBoard y kiteSurf, salimos de fiesta y en el 1er instante que tuve para pasear solo [sin sentido y sin rumbo] rompí a llorar; entre un complejo militar y un campo de golf; tan surrealista y tan sanador...
A los 7 días ya me quedé conmigo mismo; enamorado de la ciudad en donde estaba (Essaouira💘), me mudé al hostel del que os hablé en mi anterior post; al que llevaba 3 días engañando desde un hotel, y engañándome a mí mismo...
Sin duda, esa ciudad y ese hostel, eran exactamente lo que necesitaba; volví a sentir la inmensidad de la libertad y un apetito insaciable por conocer; además, yo no era el único huésped de unos 30-40 años en el hostel. Está claro que hay cosas en mi vida a las que aún no quiero renunciar...
Y tras esos 2 días conmigo, que mi cuerpo ya sentía que me tenía que ir a la siguiente ciudad, me tuve que volver a Marrakech a tomar el avión de vuelta...
.jpg)
El país es una inmensidad en sí mismo, es la naturaliza en su máxima brutalidad constantemente; fiordo, glaciar, cascada, montaña... todo verde y todo el rato. Obviamente en un viaje organizado no tienes la oportunidad de practicar la más mínima inmersión cultural que tanto me gusta en mis viajes, pero para compensar ves un montón de cosas en una semana, te empachas de naturaleza, y la guía nos lo explicaba todo.
Sin duda, lo corto que se me quedó Marruecos, fue compensado por el desbordamiento nórdico: Siento que he vivido 2 veranos en 1.
Más cosas han pasado este agosto, pero eso ya será en otra entrada. De momento, os dejo por aquí el álbum para cotillear 👀
