Creo que fue el día 17 de diciembre cuando vi a Nicolás entrar por el Hostal Atocha, solo estuvieron una noche... luego llegaron mis padres que, aun sin pernoctar en el hostal, disfrutaron de sus sofás, tés, pizarra e inmejorable ubicación de cara a patearse la Capital de Reino, también reconocerles su colaboración en la decoración del hostel.
Fueron pasando los días, nochebuenas y navidades, mucha comida: resumiendo, y apareció Athenea y su panda, turismo express por un día, visita a Guadalajara para conocer a los que faltaban y vuelta a la Villa de Madrid ¿o era el Reino?
Preuvas y uvas con mis compañer@s de piso ¿o eran del Hostel? y esas maravillosas personas que estoy conociendo a partir de ellos. El primer día del año me dejó también su primer reencuentro: María, la otra de Horno de Marina, aunque la mesa seguía estando coja, ya que por esos días Fran no andaba por aquí.
Un día después ya estaba Salva por aquí, cargado de energía y con ganas de salir de fiesta, reencuentros dundonnians incluidos, mucho alcohol, andar y sol, que al señor guiri le mola mucho eso último...
Aparición fugaz de Luca ¡mi singular! por el Hostal, apenas 4 horas y al día siguiente llegaba su opuesta: la visita más larga; Rebeca, mi compañera de paseos y conversaciones por Estambul, de futuros inciertos y humores absurdos.
Y ayer, cuando ya parecía que todo se acababa, que podía volver a buscar curro! resulta que estaba Enric por aquí, así que más paseos, conversaciones, cervezas, yayos y demás por Malasaña.
A todo ésto hay que sumarle los invitad@s paralelos del resto de miembros del Hostal... el cual: por mi parte, queda cerrado hasta nuevo aviso: Iros a un hotel coño! xD
¿Ese cierre incluye chapucillas de un ratito? Porque lo mismo voy a fin de mes...
ResponderEliminarAy Lucas! Que lindo eres!
ResponderEliminar:)