culpable

Me declaro culpable; culpable de rendirme en lo fácil y de no hacerlo en lo difícil, culpable de engañar y engañarme, de tomarme un respiro de vez en cuando y agarrar el camino fácil, culpable de pensar demasiado, de planificar hasta el más mínimo detalle, culpable de ser dependiente, de tener infinitos principios e igual número de contradicciones, culpable de ser real de verdad, a la par que un show andante, de ser orgulloso... de ilusionarme fácil! de querer vivir mi vida como si fueran mis películas favoritas y querer sentir las pasiones que narran mis cantautores al cantar ¡y las siento! ¡mierda!

Qué poco estoy escribiendo en el blog este año, cuántas cosas podría decir y cuántas acabo de poner [así, disimuladamente] en el párrafo de arriba. Mañana empiezo un nuevo curro (creo, supongo, espero) y en un mes arranco en el máster; volverá la rutina a mi vida, veré los frutos de Carlos y procuraré no torturarme demasiado con Andrés. Tengo [ya] más entradas planificadas, para septiembre.