Un trozo de mi infancia se me fue ayer,
no sé a dónde, no me importa.
Pero ya no está por aquí,
ha muerto, Leo nos ha dejado.
Se acabó esa lucha constante que tenía como forma de vida;
ese esquivar a la muerte cada año,
un año más, y otro y otro...
Ayer nos hicimos mayores de golpe,
porque una parte de nuestra infancia se nos fue para siempre.
Descansa en paz Leo
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ResponderEliminarAsí es Lucas, sucede con frecuencia que los hechos, dichos y vidas de otros nos dan empujones por la espalda y modifican nuestra propia existencia. Dejar la niñez implica muchas cosas
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