
seguramente (casi) todo lo bueno y lo malo de este año empezó a fraguarse a finales del anterior; consolidándose las amistades del máster ¡Emilia we miss u! conociendo a Irene más allá del Seminario... y gran parte de lo malo también, con el post-máster, tras pasar por Brasil (que también merece la pena recordarlo) me encontré en la misma situación que 3 años atrás, al acabar la carrera, con la frustración de no encontrar un trabajo...