y ha salido tu cara.
Jamás entendí eso de la suerte y de la fortuna,
así que no sé bien qué quiere decir,
pero me han entrado unas ganas locas de arrojar flores a los pies de tu cama.
La verdad es que la ciudad, mis pulmones y el cambio climático
han agradecido esta ostia primaveral.
Y ahora respiro mejor,
subo sin cansancio las cuestas
y puedo durar cuatro estaciones haciéndote el amor.
He bajado los pantalones a las canciones con las que un día lloré
y mi pena ha brillado como un pájaro atrapado en la nieve:
no quiero menospreciar a mis tormentos,
pero tu sonrisa sobre mi lágrima consiguió ser el mejor de los remedios.
[Elvira Sastre]
Maravilloso y amorosamente sentido.
ResponderEliminarSin amor no hay vida
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