
Bendito Máster de Metodología que os juntó a Diego y a ti!
Nunca había vivido taaanto tiempo con alguien en el mismo piso; disfruto tanto de ella [excepto cuando se abstrae con el móvil], de nuestras conversaciones, nuestros eternos vaciles, las partidas a backgammon o parchis, los atardeceres juntos en el salón de casa, hablando de todo y de nada, esperarla cada día para cenar y contarnos el día (aunque el mío lo puede ver en la pizarra), nuestros...