
Tú fuiste mi última
fantasía,
Quizás también mi escapatoria a mis miedos de aquel entonces…
¡¿Sólo de aquél entonces?!
Y tras días de miradas
indiscretas y conversaciones inocentes,
Te dije de quedar; el
domingo de resurrección!
Pero llovió, llovió como
nunca vi llover en Granada
(No siempre la lluvia es mi aliada en esa ciudad),
Y tu restaurante no abrió, tampoco
mis alas.
No volé y caí derrotado en mi cama.
Una semana más tarde volví
allí,
Con...