El pasado 8 de octubre me fui al Lago Ness buscando un monstruo,
la casualidad quiso que me sentase junto a Salva, mi acento me delató,
y empezamos a hablar, hasta que la excursión llegó a su fin...
Pero la casualidad quiso que apareciese esa misma noche en mi piso,
cuando le vi le pregunté "pero, te había dicho yo que hoy tenía fiesta?"
ya nos intercambiamos los número y desde ese momento (casi) siempre juntos
Porque el Monstruo no existirá, pero los amigos de verdad;
sin museos ni souvenirs, pero sí con rebujito y poker chips,
ESOS SÍ QUE EXISTEN
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