Sin poder bajar a ver a mis padres debido a las restricciones y con un par de días de vacaciones pendientes de disfrutar, parece que no me quedaba más remedio que ir a Canarias a darle una sorpresa a la Yaya. Que lleva allí huyendo del virus casi 3 meses... eso sí: había que ir con una PCR negativa.
Aunque fui a La Palma estas navidades, cierto es que no volvía a Tenerife desde hace 3 años y medio... y me apetecía renovar ese último recuerdo. Además de reencontrarme con mis primos y mi tía, que no pudieron venir el último marzo a Madrid (supongo que a estas alturas no hará falta explicar el porqué) y ver a Fungus, que estaba en La Palma esa última navidad y ahora estaba al lado de casa de mi tía ¡maravillosas coincidencias y reencuentros siempre con el Ciudadano del Mundo!
El viaje fue bien, gran sorpresa para la Yaya; cumplió todas sus expectativas, muchos déjà-vu de mi última visita, mucha retrospección (aunque no de la que buscaba Óscar) y muchos aprendizajes en estos años.
Volveré. A esa isla y al resto que conozco y que desconozco ¡Sonia no conoce ninguna! porque aunque creo que nunca viviría en Canarias, sí que las considero un pequeño paraíso cerca de la costa africana donde se habla español.